GRUPOS DE LAICOS ANUNCIATOS
El movimiento de laicos anunciatos pueden pertenecer profesionales en todas las áreas y personas piadosas, de buena voluntad que con capacidad de servicio asuman el carisma de la anunciación y desde el estado y lugar donde se encuentren quieran seguir el proyecto de Jesús propuesto por Madre María Berenice.
El testimonio de Madre María Berenice nos muestra que el carisma y espiritualidad de la Anunciación acoge a todos, sin distinción de raza, ni condición social, esto exige a los laicos la superación de las barreras socioeconómicas y culturales para vivir el misterio de la encarnación.
Reconocemos cuatro grupos en el movimiento laical anunciato:
Laicos que por alguna razón trabajan en nuestras apostólicas: son las personas que comparten el servicio apostólico en nuestras obras evangelizadoras, en especial educativo y por tanto se identifican con el carisma y la espiritualidad de la comunidad hermanitas de la anunciación.
Laicos benefactores y amigos de la comunidad: son quienes simpatizan con la comunidad, pero no pudiendo participar activamente en su vida y proyección, prestan su colaboración a través de asesorías, ayudas económicas, participación en actividades laborales esporádicas y otros eventos.
Laicos espirituales y orantes: son aquellos que se comprometen a apoyar con su oración a todas la familia anunciara y a todo lo que ella realiza en especial oran y promueven la pastoral vocacional. Son los enfermos, ancianos, amas de casa y demás personas que no pueden vincularse activamente.
Laicos activos: son las personas que libre y voluntariamente expresan su interés por integrarse en grupo para asumir la espiritualidad eucarística y mariana, proyectan su servicio evangelizador desde la profesión y trabajo que desempeñan y mediante su inserción parroquial y congregacional a través de catequesis, liturgia, misiones, pastoral parroquial, social, de salud y familiar. Grupalmente podrán organizar actividades manuales u otras con fines específicos de ayuda a los demás necesitados.
REQUISITOS PARA SER LAICOS ANUNCIATOS
Para ser laico anunciato se requiere:
Ser cercano(a) a la comunidad de las hermanitas de la anunciación y a la vida y obra de su fundadora la sierva de Dios Madre María Berenice.
Conocer el proyecto de vida del laicado anunciato e identificarse con el carisma y espiritualidad Eucarística y Mariana según sus condiciones personales.
Ser cristiano convencido de su fe como hijo(a) de la iglesia estar inserto en una parroquia y servir en la acción pastoral de acuerdo a sus posibilidades. Conocer y llevar a la práctica los criterios de eclesialidad para las asociaciones laicales.
Tener especial devoción a la Santísima Virgen y esforzarse por imitarla en humildad y sencillez, virtudes características de la anunciación.
Leer la palabra de Dios asiduidad, los documentos de los santos padres y los escritos eclesiales que motiven la perseverancia en su misión de laico anunciato.
Valorar y frecuentar la vida sacramental para recibir la gracia de Dios, la acción del espíritu santo y fortalecerse en su vocación laical.
Mostrar interés y constancia en el proceso de formación permanente orientado por la comunidad y hermanitas de la anunciación.
Participar activamente en el desarrollo de los proyectos del grupo local y / o la provincia a la que pertenecen.
PROCESO DE INTEGRACIÓN
El laico que desea ser anunciato manifiesta voluntad de pertenecer al movimiento laical de la Anunciación y solicita su ingreso en forma personal a la hermanita asesora local quien consulto con el consejo de laicos le da admisión.
Inicia un proceso de formación permanente y acompañamiento, orientado por la comunidad de las hermanitas de la anunciación.
En celebración eucarística el 25 de Marzo Fiesta de la Anunciación, fecha en que las hermanitas renuevan sus Votos, el laico anunciato que ha recorrido como mínimo un año en el movimiento, por voluntad propia hace su consagración o renovación, con el compromiso de vivir el proyecto de vida cristiano y los deberes propios de su estado laical.
IDENTIDAD DEL LAICO ANUNCIATO
El amor y la confianza al corazón eucarístico de Jesús y a la Santísima Virgen de la anunciación, será quien inspire la misión e identidad del laico Anunciato, siendo estos esenciales en toda vida cristiana y en el apoyo a la acción evangelizadora de niños, jóvenes y sus familias
El laico anunciato es un cristiano que se siente llamado por el espíritu a seguir a cristo y anunciar el evangelio desde el carácter típicamente secular de su vocación tras las huellas de Madre María Berenice. Por el carisma anunciato, que cualifica todo el ser, el espíritu santole capacita y le destina a un servicio especial en la iglesia.
“identificados por este don con cristo, continúan, como laicos, la misión para la que les ha llamado a ser evangelizadores; a anunciar y entender el reino de Dios entre los hombres mediante la palabra en todas sus formas, el testimonio y la acción transformadora del mundo, llevando, asi la buena noticia a todos los ambientes de la humanidad para transformarla desde dentro”.
Consagrado por el bautismo y fortalecido por la gracia de la confirmación, integrado al pueblo de Dios y hecho participe su modo del oficio sacerdotal, profético y real de cristo, ejerce en la iglesia y en el mundo la misión de todo cristiano en la parte que a el le corresponde.
Alimentado con la oración diaria y la frecuencia de los sacramentos anuncia con su vida la presencia de Dios en el mundo y en la historia y la actualidad del mensaje evangélico de Jesús se esfuerza por asimilar con espíritu de fe las características y exigencias de la espiritualidad anunciata.
Se siente miembro vivo de la iglesia compartiendo sus gozos y esperanzas expresándolo en su amor a la misma y con la pertenencia activa a su parroquia y a su diócesis.
Está llamado a testimoniar el amor misericordioso de Dios a los hermanos desde las bienaventuranzas y el carisma evangelizador anunciato.
El laico anunciato se identifica ante todo por su fraternidad hacia los hermanos, de manera que lo hacían los discípulos: se reunían para orar, compartían el pan, Vivian unidos…. Recordando las palabras de Madre María Berenice “la claridad fraterna está integrada por mil detalles… ser amables y fraternos es hacer que nuestra alma irradie sobre los demás.
“la caridad fraterna es mucho más que una virtud, es toda virtud espiritual” el laico manifiesta su fraternidad en la acogida, la alegría, el dialogo, la comprensión, el perdón y su contribución activa a la construcción de la paz en el mundo.”
ESPIRITUALIDAD
La espiritualidad es la respuesta generosa, bajo la acción del espíritu, al modo concreto de seguir a Jesús expresado en la vocación y misión recibida de Dios. En la vida espiritual se funde en perfecta unidad todas las dimensiones de la existencia humana: oración, acción, vida sacramental, inserción en el mundo, responsabilidades y tareas temporales, como expresión de la realidad única e indivisible el amor con que amamos a Dios y a los hombres.
La vida espiritual de los laicos anunciatos se alimenta, se expresa y desarrolla con la palabra de Dios, las alabanzas litúrgicas la oración y los sacramentos, sobre todo la eucaristía y la fraternidad con los hermanos.
· Palabra de DIOS: en la palabra de DIOS aceptada con docilidad, el laico descubre el plan de salvación de Dios, fortalece y anima la construcción del reino y se esfuerza por un continuo cambio y conversión en su vida y por un decidido esfuerzo para aceptar la voluntad de DIOS.
· Vida sacramental: los sacramentos son un don privilegiado y fuentes insustituibles de espiritualidad, que facilitan el encuentro con DIOS.
· En el Bautismo: reciben la vida de cristo y se unen a la comunidad de creyentes.
En este mismo itinerario bautismal se inserta la Confirmación; en la que el espíritu fortalece para continuar la misión de cristo, confesar y dar testimonio de el por el sacramento de la reconciliación, además de sanar su corazón y su vida se reconcilia con DIOS, con la iglesia y con los hermanos y recibe la gracia para responder a la caridad que urge la evangelización.
· Por la eucaristía: el laico se une a Jesús, en su misterio pascual y fortalece la vida nueva iniciada en el bautismo la eucaristía lo lleva a la identificación con Cristo pobre y paciente que entrega su vida por amor.
· Doctrina de la iglesia: la iglesia a través de sus escritos y enseñanzas concede un puesto importante al laico y lo invita a la mesa de la palabra de Dios y al pan de la eucaristía como sacramento de unidad y caridad. La iglesia en su expresión litúrgica ofrece al laico la lectio divina como forma de orar con la palabra, de entrar en dialogo con el Dios que nos habla a través de las sagradas escrituras.
· En el ministerio de la anunciación: la espiritualidad eucarística y mariana es la espiritualidad de la anunciación- encarnación. Es vivir a María, perfecta discípula, seguidora de Jesús, en quien por el hágase en mi voluntad, se obra la Encarnación del verbo y en el ejercicio de la caridad, humildad, sencillez y disponibilidad, testimonia el compromiso con los hermanos.
“Nuestro carisma espiritual parte de cristo entregado al padre y a la humanidad desde el momento en que por amor asume la Encarnación. Madre fundadora nos invita a vivenciar la espiritualidad de total donación y a testimoniar que la Encarnación es el misterio de la vida, que nos impulsa a descubrir al señor en el diario vivir”.
· Enseñanzas de Madre María Berenice: “amparase bajo el misterio de la anunciación es matricularse en una escuela de espiritualidad que constituye por si sola un curso completo de santidad cristiana. La anunciación es para todo cristiano misterio de fe, humildad, pureza, fecundidad, docilidad, generosidad y transfiguración. “
COMPROMISOS DEL LAICO ANUNCIATO
La vocación cristiana a la santidad, tienen su fundamento en el bautismo y exige una vivencia profunda de fe, esperanza, caridad, oración, oración y de las virtudes que se refieren a las relaciones humanas y sociales, como honradez, justicia, sinceridad y fortaleza, sin las cuales no se puede dar una autentica vida cristiana.
Demostrar amor por la parroquia donde se halla inserto(a) colaborando en los ministerios que pueda ser requerido(a) en la catequesis pre sacramental y mediante compromiso apostólico concreto.
Estar en comunicación con la hermanita asesora de laicos a nivel de la comunidad local. Dedicar cada día en el momento más apropiado, un espacio para la oración personal, meditación, lectura espiritual y Adoración ante el santísimo.
Leer, amar y dar a conocer la vida, obra e historia de Madre Berenice, hacer diariamente la oración para pedir que la iglesia reconozca su santidad y sea llevada a los altares.
Honrar a la Santísima virgen cada día, con el rezo del ángelus y el rosario, cuando sea posible, solos o en familia e imitarla en la práctica de virtudes.
Para incrementar la espiritualidad eucarística y mariana, participar activamente de la eucaristía los domingos y un día a la semana, jueves o sábado y dedicar un espacio del día para adorar a Jesús eucaristía; orando por los sacerdotes y vocaciones.
Frecuentar el sacramento de reconciliación y de la eucaristía.
Realizar al menos un retiro al año, preferiblemente la víspera de la fiesta de la Anunciación en su vida cotidiana: humildad, sencillez, fe, disponibilidad sacrificio, amor, escucha, dialogo discernimiento, aceptación de la voluntad de Dios.
Participar en talleres o seminarios de formación que ofrezca la parroquia la diócesis y la comunidad.
Manifestar actitudes cristianas en el desempeño de su profesión o trabajo diario.
En su hogar y familia ser ejemplo de fraternidad, responsabilidad, dialogo, comprensión, respeto mutuo, reflejar la vida de la familia de Nazaret.
Ser solidario con el dolor de sus semejantes y estar disponible cuando las situaciones hagan necesario su servicio y compañía.
Difundir el carisma de Madre María Berenice a sus familias, y motivarlas a la solidaridad con los más necesitados y vulnerables de la sociedad.
Asistir a las reuniones, ser solidario y participar activamente en las actividades del grupo.
Participar en la elaboración, ejecución y evaluación de proyectos con fines comunitarios.
SÍMBOLOS Y FESTIVIDADES
Los laicos anunciatos podrán ser portadores de los siguientes símbolos que los llevaran con respeto y admiración:
Medalla de nuestra señora de la anunciación que podrán portar quienes libremente y devocionalmente se consagren a la santísima Virgen en este misterio.
Escudo de la anunciación será un distintivo de los laicos anunciatos como miembros activos.
Pañoleta con los colores blanco, amarillo y azul de las banderas de la anunciación y el escudo de la anunciación grabado.
Como fiestas propias los laicos se unen a las distintas obras apostólicas y comunidades locales para celebrar la fiesta de San José el 19 de marzo, fiesta de la Anunciación el 25 de marzo ; fiesta patronal de la provincia de la parroquia y de la obra apostólica donde se hallan insertos, fundación de la comunidad el 14 de mayo, pascua de Madre Berenice el 25 de julio, festividad del sagrado corazón, Pentecostés, corpus cristhi, fiestas navideñas y semana santa.
En los meses de mayo y octubre, en las festividades de la Santísima Virgen y el día sábado, el laico anunciato manifestara una gran devoción. Y amor a la Santísima Virgen con especiales celebraciones, rezo del ángelus y el rosario.
El jueves de cada semana y en especial el primer jueves, sera para el laico anunciato, día eucarístico y vocacional motivo por el que se vincula en las comunidades locales o en las parroquias, a la Adoración diurna y nocturna ante el santísimo sacramento y a la oración por las vocaciones.
El primer viernes será dedicado al sagrado corazón de Jesús fundador de la comunidad y se tendrá especial devoción a jaculatoria. “sagrado corazón de Jesús”
MISION DEL LAICO ANUNCIATO
El laico anunciato en el cumplimento de su misión se ubica en un contexto en el que la palabra de Dios “personificada sale de casa, del templo y se encamina a lo largo de los caminos del mundo para donde el mal parece prevalecer sobre el bien encontrar la gran peregrinación que los pueblo de la tierra en la búsqueda de la verdad, la justicia y la paz en la moderna ciudad secularizada en sus plazas y en sus calles donde parece reinar la incredulidad y la indiferencia, donde le mal parece prevalecer sobre le bien, es allí donde el discípulo misionero de Jesucristo cumple su misterio laical.Las opciones que inspiran la misión del laico anunciato en la iglesia y en la sociedad son: · Competencia personal, profesional y ocupacional que cualifica su servicio en orden a transformar las realidades temporales.· Empeño por multiplicar los agentes de evangelización que se comprometan con la causa de los pobres y la acción evangelizadora justicia a favor de lla justicia y la paz. · Construcción de la iglesia local como comunidad de fe y esperanza y caridad. Con modelo mas comunitario y participativo en el que todos los fieles puedan desarrollar plenamente las responsabilidades y exigencias de su propia misión eclesial. · Compromiso con la pastoral familiar iniciando por su propia familia mediante su testimonio de vida y el cumplimiento de los deberes asumidos, proyecta su servicio a otras familias, desde el lugar de trabajo, desde la parroquia. Siguiendo el ejemplo de María de la anunciación que en un acto de amor de caridad fue a acompañar a su prima Isabel y de madre Berenice que en los albores de la comunidad pensó e hizo efectivo el apostolado en los hogares, con las familias.· Inserción en la parroquia: el laico se inserta en su parroquia, conoce y colabora en el plan parroquial con la catequesis sacramental y liturgia, como ministros de la palabra, le eucaristía, la salud, la música y otros. Visita a enfermos, a las cárceles y hospitales· Niños y jóvenes, a través de grupos de infancia misionera semilleros, juventudes anuncia tas, formación en los valores, recreación y uso del tiempo libre, pastoral, vocacional y acompañamiento espiritual y económico padrinos de los y las jóvenes formadas (as)…· Pastoral social, por medio de comedores para adultos mayores, niños desprotegidos, hogares de paso, trabajo con indigentes y desplazados.
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